Hoy día es imposible concebir una empresa que desatiende los conceptos de sostenibilidad y minimalismo. Más allá de las sociedades en evolución, las empresas poco a poco se han percatado de la enorme importancia y valor que los recursos poseen, desde el capital financiero mismo hasta aquellos aparentemente insignificantes como parecieran serlo un lápiz, una hoja de papel, un foco encendido sin necesidad alguna y muchas similares.
Sin
embargo, en esencia, la sostenibilidad a largo plazo tanto como el minimalismo
han sido conceptos de interés por parte de la humanidad desde tiempos remotos,
principalmente, aunque no excluyentemente, por los seres humanos más privados
de recursos, los multicarentes, quienes más por imposibilidad real que por sabiduría
o exceso de conciencia alguna han tenido que vivir cuidando y apreciando los
recursos en su justa dimensión para asegurarse la diaria sobrevivencia a la vez
que algún plazo esperanzador de vida, casi tal cual hoy dichas rimbombantes
palabras pregonan.
Sin
duda, el insultante derroche y desperdicio de recursos observado durante el
último siglo como consecuencia de la ignorancia e indiferencia del ser por el
ser, tanto como por la abrumadora presión social por destacar y ser reconocido como alguien a cualquier costo,
principalmente a través de la obsolescencia planeada y la riqueza material,
finalmente tocaron fondo con la reciente crisis financiera mundial.
Saludos.
Saludos.