viernes, 26 de febrero de 2016

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domingo, 21 de febrero de 2016

La legislación.

Es inconcebible escuchar a renombrados "empresarios" o cuando menos personas contratadas por renombradas agencias e incluso embajadas para dictar conferencias acerca de emprendimientos y nuevos negocios que, a pesar de algún supuesto conocimiento teórico de mercadeo, no mencionan un ápice acerca de la legislación que regula el inicio y funcionamiento de empresas comerciales, con lo que dejan de advertir al emprendedor acerca de que todo el bagaje adquirido en mercadotecnia y administración de empresas, se topará de pronto con un monstruo gubernamental burocrático que impedirá la construcción de empresa alguna, más allá de por los costos que implica, por la cantidad de requisitos y trámites absurdos, mismos que lejos de favorecer tales emprendimientos, parecen estar destinados a impedirlos, ya que desincentivan y obligan a incursionar en la economía informal. De hecho, tales requisitos resultan incluso sospechosos de querer proteger a empresarios existentes de nuevas y mejores competencias.

De tal suerte, y si bien es cierto es importante conocer el funcionamiento y dinámica del mercado seleccionado así como lo relacionado a la psicología de su consumidor y la administración financiera de la potencial empresa, obviar o dejar para nunca lo relacionado con el andamiaje legal necesario a cumplir para desarrollar algún negocio es irresponsabilidad cuando no evidencia de carencia absoluta de experiencia y conocimiento en el ámbito de los negocios.

De hecho, en Guatemala, ciudad, por ejemplo, los trámites y requerimientos para abrir un negocio de servicio de comida servida: comedor, cafetería, restaurante o similar, aún y que sea de 28 metros cuadrados, van desde el cumplimiento de estrictas normas dictadas por un Plan de Ordenamiento Territorial antojadizo, tanto como de normas de seguridad e higiene dictadas por el ministerio de salud pública, comprensibles a todas luces, pero también de normas relacionadas con el medio ambiente y demás, reguladas por cuando menos dos o tres instituciones estatales.

De tal suerte, quien desea abrir un pequeño café, por ejemplo, debe disponer, a exigencias de las instituciones de gobierno, principalmente municipal, capacidad de estacionamiento para los autos de los clientes, ubicación autorizada preestablecida, normas de manejo de desechos, preservación de tierras para recolección de aguas pluviales y demás, con lo que la inversión inicial necesaria rebasa con creces la expectativa de negocio de muchos emprendimientos, principalmente aquellos que sirven al propósito de incentivar desarrollo económico en la sociedad y la gestión de libre empresa.

Así las cosas, previo a incursionar en negocio alguno, debemos averiguar todo lo concerniente a dicho ámbito legal, y además, tomar en cuenta que el menú de algún nuevo negocio de comida nunca debe ser lapidario. Cuando menos, no en el inicio. 


jueves, 11 de febrero de 2016

La distribución

Como se sabe, la distribución física es uno de los componentes más altos del costo de los productos de consumo masivo o popular.

Me pregunto si en sus respectivos países, ahora cuando los precios del petróleo, y por ende, de los combustibles, se han reducido de manera tan drástica, ¿los precios de los productos en estantes y anaqueles lo reflejan?

El petróleo ha descendido más o menos hasta el 25% de su valor dos años atrás. De tal, si alguna estructura de costos reflejaba con 50% de la misma a la distribución, el precio de venta al público de ese producto debería haber descendido cuando menos un 25% de dicho precio dos años atrás.

Aunque también es cierto que no existe confianza plena de que el precio del petróleo no vuelva a subir de súbito, y que en consecuencia tendría que subirse nuevamente los precios, lo cual no es fácil.

Decisiones que campanean entre la ética y la moral, la responsabilidad social empresarial y las finanzas meramente. La doble riqueza.

Sin embargo, la empresa ética y honesta, posee muchísimas más probabilidades de trascender y crecer que la estrictamente financiera. La pobre riqueza.

Buen día.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Petroleo: ¿otra obsolescencia planeada?

El inaudito descenso de los precios del petroleo en el ámbito mundial, causados aparentemente por el incremento de extracción que las nuevas tecnologías implementadas por los Estados Unidos dentro de su territorio han logrado, y a sabiendas aproximadas de cómo se maneja la cosa en el planeta, deben obligarnos a reflexionar en otros probables escenarios al respecto. Y uno de ellos es la famosa estrategia de mercadotecnia: la obsolescencia planeada.


Aquella que, aunque ilegal en algunos países hoy día, continua practicándose; y que establece una fecha determinada a futuro para el lanzamiento de un producto "nuevo", que sustituirá a otro que en la actualidad satisface las necesidades del consumidor. Ambos productos propiedad de la misma empresa, claro está, y por ende, administrados por la misma, incluso tras bambalinas. 

El nuevo producto satisfará de igual manera o poco mejor las necesidades del consumidor, sea al mismo precio o quizá poco mayor por su misma novedad, pero con la enorme diferencia de que será fabricado  con menores costos, lo que redunda en mayores márgenes de utilidad para la empresa, desde el punto financiero estrictamente, ya que adicional, la empresa debe lograr también con dicha estrategia una importante mejora y consolidación de imagen, posicionamiento y goodwill, tanto de la marca como de la empresa y el producto en sí, al momento de hacer realidad la estrategia.

De tal suerte, todo excedente de inventario del producto a sustituir al aproximarse la fecha planeada para llevar a cabo la estrategia, debe ser vendido en su totalidad, cueste lo que cueste, pues ese producto pasará a ser obsoleto el mismo día que el nuevo ingrese, y por ende, de escaso o ningún valor para el consumidor.

¿No será acaso algo similar lo que hacen entonces con el petróleo? ¿Hay acaso desarrollo de la industria de automóviles de 6 y 8 cilindros, a gasolina, en crecimiento directo opuesto a la reducción del precio de los combustibles? ¿No pues estábamos a las puertas de los autos eléctricos, híbridos y demás? ¿Cuánto ha detenido esta industria de autos eléctricos su desarrollo como consecuencia de la merma de mercado para sus productos ante tan escandalosa disminución de precios de petróleo?

Sí, sin duda, la industria de extracción ha incrementado sobremanera la oferta. De hecho, hay un importante excedente de petroleo que, a pesar de sus bajos precios, no logra salir de las plantas de producción, menos aún consumirse. La oferta ha excedido la demanda.

Pero a la vez, ha quebrado la economía de otros países. Venezuela, por ejemplo. Que incluso ahora, según medios de prensa, le compra petroleo a los USA. Caramba. ¿Llegará a suceder lo mismo con Arabia y sus vecinos? Comprarle petroleo a los USA, a pesar de sus reservas, porque les saldrá más barato llevarlo desde ese lejano país que extraerlo y procesarlo ellos mismos. No sabemos, quizá.

Y una vez los USA terminen de extraer y vender todo su petróleo, lanzan entonces al mercado mundial la tecnología eléctrica para autos, aviones, barcos y demás, con lo que el oro negro perderá todo su valor, dado que será un producto obsoleto. Pero también los países cuyas economías dependen de dicho lodo negro entonces, se desplomarán y sumirán en la pobreza que les aquejaba cien o doscientos años atrás, antes que la petrolización del mundo.

Además, los USA, en contubernio con otras economías industriales del planeta,  podrán propugnar e imponer leyes en contra del uso de combustibles fósiles al amparo del cambio climático, con lo que aquellos territorios actualmente esplendorosos económicamente por su petróleo, perderán todo su valor. Y claro, el mejor postor procederá entonces a comprarlos, con sus reservas de entonces inútil petróleo, aparentemente.  
 
Un nuevo líder, aunque a sabiendas que es el mismo, renovado, con mejor imagen y demás, será el amo absoluto, aunque ya lo es, del mundo.

¿Será factible?