miércoles, 10 de febrero de 2016

Petroleo: ¿otra obsolescencia planeada?

El inaudito descenso de los precios del petroleo en el ámbito mundial, causados aparentemente por el incremento de extracción que las nuevas tecnologías implementadas por los Estados Unidos dentro de su territorio han logrado, y a sabiendas aproximadas de cómo se maneja la cosa en el planeta, deben obligarnos a reflexionar en otros probables escenarios al respecto. Y uno de ellos es la famosa estrategia de mercadotecnia: la obsolescencia planeada.


Aquella que, aunque ilegal en algunos países hoy día, continua practicándose; y que establece una fecha determinada a futuro para el lanzamiento de un producto "nuevo", que sustituirá a otro que en la actualidad satisface las necesidades del consumidor. Ambos productos propiedad de la misma empresa, claro está, y por ende, administrados por la misma, incluso tras bambalinas. 

El nuevo producto satisfará de igual manera o poco mejor las necesidades del consumidor, sea al mismo precio o quizá poco mayor por su misma novedad, pero con la enorme diferencia de que será fabricado  con menores costos, lo que redunda en mayores márgenes de utilidad para la empresa, desde el punto financiero estrictamente, ya que adicional, la empresa debe lograr también con dicha estrategia una importante mejora y consolidación de imagen, posicionamiento y goodwill, tanto de la marca como de la empresa y el producto en sí, al momento de hacer realidad la estrategia.

De tal suerte, todo excedente de inventario del producto a sustituir al aproximarse la fecha planeada para llevar a cabo la estrategia, debe ser vendido en su totalidad, cueste lo que cueste, pues ese producto pasará a ser obsoleto el mismo día que el nuevo ingrese, y por ende, de escaso o ningún valor para el consumidor.

¿No será acaso algo similar lo que hacen entonces con el petróleo? ¿Hay acaso desarrollo de la industria de automóviles de 6 y 8 cilindros, a gasolina, en crecimiento directo opuesto a la reducción del precio de los combustibles? ¿No pues estábamos a las puertas de los autos eléctricos, híbridos y demás? ¿Cuánto ha detenido esta industria de autos eléctricos su desarrollo como consecuencia de la merma de mercado para sus productos ante tan escandalosa disminución de precios de petróleo?

Sí, sin duda, la industria de extracción ha incrementado sobremanera la oferta. De hecho, hay un importante excedente de petroleo que, a pesar de sus bajos precios, no logra salir de las plantas de producción, menos aún consumirse. La oferta ha excedido la demanda.

Pero a la vez, ha quebrado la economía de otros países. Venezuela, por ejemplo. Que incluso ahora, según medios de prensa, le compra petroleo a los USA. Caramba. ¿Llegará a suceder lo mismo con Arabia y sus vecinos? Comprarle petroleo a los USA, a pesar de sus reservas, porque les saldrá más barato llevarlo desde ese lejano país que extraerlo y procesarlo ellos mismos. No sabemos, quizá.

Y una vez los USA terminen de extraer y vender todo su petróleo, lanzan entonces al mercado mundial la tecnología eléctrica para autos, aviones, barcos y demás, con lo que el oro negro perderá todo su valor, dado que será un producto obsoleto. Pero también los países cuyas economías dependen de dicho lodo negro entonces, se desplomarán y sumirán en la pobreza que les aquejaba cien o doscientos años atrás, antes que la petrolización del mundo.

Además, los USA, en contubernio con otras economías industriales del planeta,  podrán propugnar e imponer leyes en contra del uso de combustibles fósiles al amparo del cambio climático, con lo que aquellos territorios actualmente esplendorosos económicamente por su petróleo, perderán todo su valor. Y claro, el mejor postor procederá entonces a comprarlos, con sus reservas de entonces inútil petróleo, aparentemente.  
 
Un nuevo líder, aunque a sabiendas que es el mismo, renovado, con mejor imagen y demás, será el amo absoluto, aunque ya lo es, del mundo.

¿Será factible?

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