domingo, 8 de marzo de 2015

¿Error, miopía o irresponsabilidad...?

Un joven que conozco, 33 años aproximadamente y profesional del mercadeo, se embarcó en un negocio propio recién 9 o 10 meses atrás.

Durante el tiempo que él estuvo atento a su incipiente negocio, obtuvo cifras de ventas que si bien es cierto no rendían enormes flujos de dinero, menos aún de utilidad, sí eran suficientes para cubrir compromisos y responsabilidades propias del giro de dicho negocio. Alcanzaba el punto de equilibrio, y algo quedaba.

Luego, dado que ese algo era muy pequeño, y no era suficiente para su mantenimiento personal, lo cual es lógico esperar, cuando menos durante los primeros doce meses de un nuevo negocio, él tuvo que buscar nuevamente empleo. Y lo dejó en manos de colaboradores. A partir de este enero, el negocio se le ha venido abajo, principalmente por el efecto adicional de competencia que otra área comercial ha ejercido sobre la que él ocupa.

Es importante señalar que cuando se "prueba" o se implementa cierto negocio por vez primera, poco funcionará de acuerdo a los planes, ya que sólo en pleno funcionamiento puede saberse con certeza absoluta la respuesta del mercado a nuestra oferta. Sin embargo, más importante aún es saber que debemos conocer esas diferencias con el propósito primordial de reorientar y ajustar constantemente nuestra oferta, de modo que se adecue continuamente al mercado. Y nunca al contrario: esperar que el mercado se adecue a nuestra oferta.

Además, de ninguna manera podemos pensar que iniciar un negocio es simplemente abrir las puertas de un local con un inventario detrás de ellas. Eso lo hace cualquier persona con intenciones de iniciar un negocio. El verdadero reto del empresario consiste en ayudar a crecer dicho negocio, lo cual es imposible si no se está al tanto de lo que sucede, como he dicho, un tiempo razonable, cuando menos un mínimo de 6 meses, ya que idealmente un año será menester.

Por otro lado, no esperemos nunca que un negocio rinda utilidades y flujos de efectivo tan pronto y tan altos que nos permita no depender de un sueldo, de ser el caso que tengamos alguno.

Muchas veces, huala, se logra, sin embargo, el 93% de los nuevos negocios: FRACASAN. Incluso en manos de profesionales de mercadeo.



 

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