jueves, 6 de febrero de 2014

37 - ¿Dudas...?

Claro, las dudas son la fuente del conocimiento. Cuando no dudamos, y asumimos saberlo todo, el fracaso entonces está a la vuelta de la esquina, cuando no antes. He ahí pues la importancia de la investigación del consumidor previo al desarrollo de un producto.

De tal suerte, una baja tasa de lectura, la idiosincrasia de que un sólo libro de texto es suficiente, la tenencia o no de una tarjeta de crédito por parte del estudiante, su predisposición y confianza a comprar a través de la web y demás mencionados anteriormente, son hábitos y motivos que debieron haber sido investigadas previo al desarrollo del producto.

Ojalá sirva entonces el presente para la reflexión, y más aún, ayudar a construir dudas en nuestros planes de nuevos productos, pues entre más dudas tengamos, más respuestas necesitaremos, y con ellas, mejor afinaremos nuestro plan de negocio.

Nunca, pero nunca, debemos dar por sentado que algo es así o asa, sino, muchísimo más allá, debemos investigarlo. Tal como hicimos en el análisis del six pack. Aunque por supuesto, en un equilibrio entre el costo de tales respuestas y la premura de tiempo, lo cual hace más difícil en realidad proyectar o anticipar el futuro.





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