Ventas
bajas: ¿consecuencia? Sí.
Ante la ya casi
normal y perenne crisis económica, la cual ha derivado en desempleo
generalizado tanto como en sueldos y salarios cada vez más bajos, los nuevos emprendimientos
comerciales han resultado ser la principal manera como la población intenta
asegurarse algún ingreso económico que de manera honrada y honesta les permita,
más que sobre llevar la vida, construir sueños y realidades.
De tal suerte,
las nuevas empresas han florecido como primavera, en tanto los antiguos establecimientos
comerciales, sólidamente establecidos, que no pueden darse el lujo de ser
indiferentes y quedarse atrás, también han tenido que incrementar de manera
exponencial su presencia dentro de los mercados.
Así, en los
últimos años han abierto sus puertas al público cientos, miles de nuevos
negocios, los cuales han ampliado, sin correlación alguna con la demanda, la
oferta de diversidad de productos. Desde panecillos y galletas, viajes,
excursiones, salones de belleza, supermercados, boutiques y abarroterías, hasta bicicletas de bambú, entre cientos más.
Sin embargo, como
señalo, dicha expansión no es propia únicamente de los nuevos negocios, pues de
ser así, los antiguos, las empresas tradicionales, las realmente arraigados en
el mercado, correrían grave riesgo de perder su valiosa participación de
mercado e incluso de desaparecer. De tal suerte, cada nuevo centro o complejo comercial
que abre puertas al público, como otro más de los tantos negocios nuevos que se
desarrollan hoy día, ofrece los mismos 10 o 12 establecimientos comerciales tradicionales
en el mercado, como anclas que auguran y prometen algún tránsito de personas, a
la vez que 20 o 70 nuevas empresas que tienen la esperanza de atrapar a algunas
de tales personas y hacerlas sus clientes.
La oferta
pues, ha crecido, aunque la demanda, con suerte quizá ha permanecido estática
durante los últimos años, a pesar del crecimiento vegetativo anual de la
población. Pero si a ello aunamos la pérdida del valor adquisitivo de nuestras
monedas, inferimos que la crisis resulta
agobiando a todos. Aunque en última instancia, sabemos, más a quien depende de un
sueldo fijo.
Como
consecuencia de la situación económica entonces, es lógico y comprensible
escuchar frecuentemente a nuevos emprendedores, empresarios tradicionales y a algunos
gerentes de ventas, principalmente aquellos que realmente poseen
responsabilidad y pasión por su trabajo, quejarse acerca del grave problema de
las bajas ventas de los productos de su empresa.
Claro. Las
bajas ventas son un grave problema para todo aquello que las mismas generan, tal
como el sueldo mismo de ese gerente de ventas y hasta su permanencia en el
puesto, ya que si no logra incrementarlas, será reemplazado en breve, como
suele suceder. Al igual que no pocos colaboradores más cuya función, aunque
importante, puede ser temporalmente asumida por otros colaboradores, quienes lejos de quejarse
por algún quehacer adicional con el que cargarán, verán una magnífica oportunidad
para conservar sus empleos y estarán agradecidos con no ser despedidos, en
tanto las bajas ventas azotan a la empresa.
De tal suerte,
las ventas bajas se aceptan generalmente pues como un problema.
Por fortuna, conforme
avancemos en la lectura de la presente, descubriremos y comprenderemos que tal
perspectiva es muy limitada y pobre, ya que sólo alcanza a ver una ínfima parte
del panorama. Sin embargo, para poder alcanzar esas otras perspectivas,
diferentes, más amplias y ricas, que nos permitan ver más allá de problemas: soluciones,
los emprendedores requerimos de un nivel superior pero a la vez más concreto de
conocimiento y comprensión de lo que sucede en esa no pocas veces tormentosa y
apasionada relación empresa - mercado.
De lo que si estamos seguros, es que desde varias décadas atrás, no basta con ser simpático, amable y tener buenos nexos con la comunidad.
Ahora resulta indispensable analizar y examinar constantemente, una a una y desde
distintos ángulos, y tomando en cuenta su sinergia en la gestión del negocio, las
variables de mercadotecnia más incidentes en torno al mismo.
De tal, la
invitación está abierta para que ingresemos, analicemos y despedacemos
diferentes ideas y conceptos en el maravilloso mundo del mercadeo, las ventas,
los clientes y demás, con el propósito de ampliar nuestra perspectiva acerca de
nuestra empresa, y podamos así tomar decisiones más certeras y decisivas para la
obtención de mejores resultados, principalmente en el ámbito de las ventas.
EN POCOS DÍAS, OS COMPARTO EL SIGUIENTE CAPÍTULO.
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