lunes, 10 de septiembre de 2018

El servicio de Taxi: II parte

Pues bien, la única manera como todo negocio, incluyendo el servicio de taxi, puede existir, es teniendo clientes.

Y como señalé en anterior entrada, los clientes deben crearse. Para ello, debemos adentrarnos un poco en los hechos. En primer lugar, identificar quién es un ciente.

Es necesario advertir que existen dos clases de clientes. Los reales, es decir, los que ya son clientes, usando nuestros servicios o comprando nuestros productos; y los otros: aquellos que aunque no usan el servicio o no compran el producto, podrían en determinado momento hacerlo. Es decir, los clientes potenciales.

Entonces, todo taxista circula día a día entre lo que son clientes, tanto reales como potenciales. Para ejemplo, veamos el siguiente caso: si una persona en el estacionamiento del centro comercial, por olvido, deja las llaves del auto dentro del mismo, y cierra con el pin, o las pierde, pero sabe que en casa tiene una copia, se vuelve automáticamente en cliente altamente potencial para el servicio de taxi, pues así, de manera fortuita, él tiene necesidad de las llaves, pero para poder tenerlas, necesita ir y venir. Necesita transporte. 

¿Qué opciones tiene para solucionar su problema? ¿Cómo puede transportarse? Puede llamar a algún familiar para que sea él quien se las lleve. Pero también puede optar por el servicio de transporte urbano, y abordar algún bus. O llamar a un amigo para pedirle favor. O utilizar un taxi.

Lo que esa persona necesita es transporte. Pero yendo más al centro ¿qué ventajas le ofrece el taxi comparado con el servicio urbano de transporte? Rapidez, esencialmente; y comodidad, al llevarlo y traerlo hasta la puerta de su casa. Además, no se expone a algún eventual asalto en el bus. Y aunque el precio sea más alto, recordemos que el reloj del estacionamiento también está corriendo.

Todo perfecto para el taxista. Sin embargo, imaginemos el escenario un poco más amplio.

¿Cuántos asaltos a usuarios de taxi se han dado a conocer por los diferentes medios? ¿Será entonces más seguro un taxi o un bus urbano? Además, recordemos, el cliente potencial también es un piloto. Otra persona que conduce habitualmente entre las calles de la ciudad. Entonces, qué decisión podrá tomar esta persona si antes ha visto que los taxistas no respetan filas ni semáforos ni cruces de vía. Son temerarios y abusivos para conducir. Todo lo cual le ha producido una actitud negativa. ¿Decidirá tomar el bus o un taxi?

"Sí, pero eso son esos otros taxistas. Yo sí manejo bien y soy educado y respetuoso". Puede decirnos muchos taxistas, con sobrada razón, sin embargo, el ser parte de un gremio los hace responsables a todos y cada uno, o cuando menos, culpables.

En mi caso, les cuento una experiencia personal. Suelo salir en bicicleta a recorrer la ciudad. En alguna oportunidad un taxista de los de cierto color se acercó tanto a mí, con total alevosía, ventaja y premeditación, con riesgo de aventarme, que nunca, así esté yo con la necesidad más grande, llamaría a un taxista de los de ese color. Jamás.

Ese gremio de taxistas, gracias a la conducta abusiva de uno solo de sus miembros, perdió por completo a un cliente potencial, y claro, a otros familiares y amistades, pues los clientes somos así. Es difícil que recomendemos lo bueno, pero para tildar al malo, somos baratos.

Entonces, si bien el servicio de transporte es importante, y es la razón principal del servicio de taxi, también resulta esencial el de seguridad. Y claro, el de buena conducta. Generar clientes, todo el gremio, todo el tiempo. Hoy por ti, mañana por mí.

Ganará mucho más el gremio de taxistas, sea del color que sea, si lejos de mostrar sus abusivas valentía y temeridad al volante entre el tránsito, mostrarán su educación, cordura y respeto. Pero TODOS. Pues uno solo que persista en la posición de ser macho y hacer lo que se le da la gana, perjudicará a todos.

El servicio en este caso ya no es solo personal, sino de todo un gremio. Los taxis blancos o los taxis amarillos. Los únicos que conozco.

Los de la empresa americana nueva que operan por redes sociales están exentos del problema de ser gremio, pues ellos no se identifican como taxistas todo el tiempo, por lo que cuando van sin pasaje, pueden ser igual o peor de patanes y abusivos al volante que cualquier otro.

Ojo entonces, y recuerden que clientes podemos ser todos en determinado momento.

Buen día, y feliz inicio de semana.

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