martes, 5 de febrero de 2013

3- Las P, incluso de Personal

La mercadotecnia, como ciencia, identifica las variables que todo emprendedor debe tomar en cuenta y controlar al momento de iniciar un negocio. 

Estas son las famosas P´s. Las tradicionales 4: producto, precio plaza y promoción. Pero es propicio en este momento de preliminares comentar sobre otra P que en lo personal considero importante. La de personal. 

Principalmente porque en esta cabes tú como emprendedor y capitán del barco. 

Sí, tú eres el más importante durante el inicio de la gestión de tu propio negocio, pues todo depende de ti, incluso la inminente búsqueda, selección y contratación del resto del personal que colaborará en el desarrollo de tu negocio.

Así las cosas, ese satisfactor que tú estás pensando desarrollar seguramente tiene algún encanto o relación positiva contigo, pues no aconsejaría emprender un negocio que no te agrade. Que no te haga sentir bien. Debe existir empatia entre tú y lo que haces. Debes disfrutarlo, pues ello también le dará valor agregado al satisfactor que desarrollas para tus clientes. 

De tal suerte, el negocio ideal del emprendedor será aquel que cuente con su satisfacción personal y un buen producto como tal, sea un jeans, una papa cocida o simples palas y azadones, cuyas características intrínsecas sean satisfactores importantes, tal el diseño, el color, tamaño, sabor, durabilidad y demás que confieren calidad al producto. 

En el caso de la simple papa cocida, tamaño y sabor serán 2 variables de suma importancia. Así las cosas, puede suceder que a medida que el precio se reduzca, resulte más importante el tamaño que el sabor, contrario a cuando el precio se eleva, en cuyo caso podría ser más importante el sabor. Esto porque, a más barato el producto, su cliente, su mercado potencial, probablemente exigirá como principal satisfactor la cantidad, contrario a cuando el precio sube, en cuyo caso el cliente puede demandar como satisfactor el sabor. Los restaurantes de alcurnia venden papas al igual que el pequeño negocio de comida rápida de la esquina, pero sus clientes exigen en ellas diferente satisfactor. Por supuesto, nunca servirás papas desagradables al paladar. 

Además de ese satisfactor intrínseco del producto, tienes que controlar también lo relacionado a higiene, ambiente, comodidad, servicio personal, medios de pago, quizá seguridad (en Guatemala resulta esencial), iluminación, colores y decoración, tipo de cubiertos y platos y muchas variables más, cuyo principal propósito será sumar, proporcionar valor agregado, para lograr ese satisfactor global que pretendes ofrecer a la sociedad. Al mercado. A tu cliente. A tu cliente específico.

Y dado ese cliente específico al cual dirijiras tu negocio, debes obtener sinergía entre todas esas variables, es decir, si será un restaurante de lujo, no pondrás servilletas de papel y cubiertos desechables como tampoco adornarás con vejigas o globos, ni usarás manteles de plástico, entre otros. Sí usarás servilletas de tela, cubiertos de acero inoxidable o plata misma y fuentes o estatuas en la decoración. 

La sinergía es que todos los elementos de tu negocio guarden relación con lo que pretendes ofrecer y sumen al mismo, orientados a determinado tipo de cliente.

Bien, por hoy es todo. Quedo a la expectativa de comentarios o dudas que hagan más rico este punto de encuentro. Ah, y si estás pensando en negocio de comida, vale la pena que le eches un ojo a mi otro blog: guichococina.blogspot.com

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